Dante llegó pronto a los dormitorios, y aunque no lo agrado mucho la idea de compartir habitación con todos los demás hombres que hubiera, su buen humor no decayó. Se acomodó en la cama mas cercana a la ventana, dejo a un lado sus cosas y se acostó un momento para descansar. Cuando se levantó decidió que iría a dar una vuelta en los alrededores a ver si encontraba a alguien más.